2 dic 2008

Sabinosa y su fundacion 1ª parte

A principios del siglo XX el Hierro seguía muy abandonada y olvidada por los poderes del Estado, no habían carreteras, ni electricidad, ni agua corriente, ni hospital, por ello la vida transcurría sin demasiados cambios. En lo económico seguía anclada en los cultivos tradicionales y en la ganadería El pueblo tenia como principal objetivo la supervivencia consiguiéndolo a base de ser austeros en su vida cotidiana

Su principal alimentación eran las papas, el gofio y el pescado salado y ya que el agua escaseaba hizo proliferar la construcción de aljibes.

Los restos aborígenes encontrados en las cercanías del pueblo de Sabinosa como algunos tagoror, concheros y algún ara de sacrificio para ofrendas, nos permite asegurar que ya existía algún tipo de asentamiento en la zona antes de la conquista de la isla, pero fue realmente a partir del siglo XVIII, cuando se formo el pueblo. Su nombre proviene del importante bosque de sabinas que abarcaba desde Los Llanillos hasta el borde norte de la Dehesa, abrazada por inmensos y hermosos acantilados que vigilan dede lo alto. Estas tierras se las repartieron casi por completo tres familias importantes, los Perez, los Casañas y los Ayalas, animados por el buen resultado que estaban dando las plantaciones de viñas obteniendo un vino de gran calidad.

A consecuencia de ello se fueron asentando gentes que alternaban el cuidado de las viñas con el pastoreo de los ganados que se criaban en la Dehesa comunal y asi fue como se fue consolidando el pueblo. En el censo del año 1865 ya aparecían 154 vecinos, llegando a alcanzar en el año 1940 450 vecinos.

Los primeros pasos para el establecimiento de la luz eléctrica en Sabinosa se remontan a principios del año 1955 en el que el vecino Manuel Perez Gonzalez se dirigía al ayuntamiento de Frontera solicitando licencia para su instalación, dos años después en 1957 fue cuando se incio el servicio, porque hasta ese momento la única luz que alumbraba las noches en el pueblo eran las de la luna y esas antiguas lámparas de vela.

Pese a las dificultades padecidas durante tantos años y a la adeversidad de su territorio sus habitantes siempre han demostrado un carácter extraordinariamente afable. Ser gabetero no es signo de ningún condicionante, al contrario, es un símbolo de nobleza y tradición, de personas enormemene arraigadas a la tierra.