Es indudable que las formaciones arbóreas y arbustivas de Canarias eran mucho mas importantes y extensas a principios del siglo XV, antes de la conquista ya que permanecían en estado casi natural.
En la isla de el Hierro la distribución de la vegetación coincide a grandes rasgos con el resto de las islas occidentales. Piso basal, formaciones de transición y piso montano.
El piso basal lo componen las plantas que viven en las zonas mas próximas al mar, normalmente entre los 100 y 400 metros de altitud. La zona de transición es la que sirve de unión entre las plantas de costa y el piso montano, húmedo o seco según la orientación y altitud de cada vertiente, es precisamente en las laderas de esta zona de transición la que estuvo en gran parte ocupada por sabinas de ahí que provenga el nombre del pueblo de Sabinosa. Esta madera fue ampliamente utilizada tanto por los aborígenes (armas, combustible, utensilios diversos e incluso tablones funerarios) como por los pobladores posteriores que con madera de sabina fabricaban dinteles de puertas y ventanas, cancelas para impedir el paso al ganado y hasta soportes para los techos de sus casas.
La isla presenta en general, especialmente en estas zonas de transición, un paisaje produndamente humanizado, como consecuencia de su antigua cultura agrícola y ganadera. La zona de piso montano húmedo, es la compuesta por los actuales bosques de laurisilva como la faya, el brezo y el acebiño el limite se encuentra a grandes rasgos sobre los 800 metros aunque dependiendo de los sectores se aprecian diferencias de composición florística. A partir de los 900 y los 1200 metros de altitud nos encontramos con el piso montano seco, donde predomina preferentemete el bosque de pinos que se extiende por la vertiente meridional desde los escarpes de las playas hasta el julan.
