19 dic 2008

Los aborigenes herreños 2ª parte

-->
Los productos marinos constituían también una parte importante de su alimentación, obtenidos bien por la pesca o bien por la recogida de mariscos fundamentalmente lapas, muestra de este consumo son las grandes acumulaciones de caparazones encontrados, los famosos concheros que se han encontrado prácticamente por toda la isla. Sigue siendo un misterio la intencionalidad con la que se transporto el marisco en grandes cantidades a lugares muy concretos aunque todo indica que muy probablemente se trataba de rituales. En cuanto a lo que concierne al significado del nombre también hay varias teorías.
Los diferentes utensilios que utilizaron los bimbaches, fueron los obtenidos de los recursos naturales que la isla les ofrecia, modificados y perfeccionados para adaptarlos mejor a la resolución de sus problemas, en definitiva para sobrevirir. Lo primero que debieron utilizar por ser lo mas abundante seria la piedra y la madera. Hasta hace relativamente pocos años todavía se seguía utilizando la madera para elaborar utiles domesticos como las gavetas en el pueblo de Sabinosa y agrícolas como horquetas para levantar la viña.
El hueso es una de las materias organicas que mejor se conserva durante mucho tiempo por ello se ha podido constatar su utilización como punzones, amuletos u objetos de adorno personal.
Una isla eminentemente pastoril, es normal que haya utilizado con profusión la piel de sus ganados para diversos usos, confeccion de vestidos, recipientes para leche y agua, calzado, correas diversas, para acomodar sus lechos e incluso como envolturas funerarias.

Sin dudas las poblaciones aborígenes canarias utilizaron algún tipo de momificación de sus muertos, especialmente los de tipo cromañoide en los estratos sociales altos.
La arqueología ha venido a reconocer restos de nucleos de población asentados prácticamente en toda la isla, lo que indica un modo de poblamiento muy disperso, distribuido en pequeñas comunidades que mantenían costumbres y modos de vida similares, girando en torno a un clan familiar bajo la autoridad de los individuos de mayor edad.
Las crónicas coinciden en señalar que, a nivel insular, estaban regidos por un único jefe al que obedecían. En cuanto a diferencias sociales, parece que dependía de la riqueza que acumularan lo que en su caso, se traducía en la mayor o menor cantidad de ganado 
que poseyeran.